La última instalación artística de Francesco Bracci es una cautivadora pirámide de 6 metros de altura elaborada con trozos de madera de desecho cortados de la palmera «coyol», ingrediente clave en la producción del vino artesanal local. A medida que el sol vaya pasando por las estaciones, la pirámide proyectará espectaculares sombras sobre su superficie, empezando por el equinoccio de primavera. Esta interacción dinámica entre la instalación y el sol ofrece al público una poderosa sensación del paso del tiempo. El innovador uso que hace Bracci de materiales reutilizados y su celebración del mundo natural hacen de esta instalación una visita obligada tanto para los amantes del arte como para los defensores del medio ambiente.